El perro, el niño y las habichuelas… (Misión D)

por **Alice K. Deviluke U.** Jue Jun 27, 2013 11:00 pm

El día estaba con una temperatura agradable, fresco, solo podía escucharse a los pájaros cantar y a los niños reír llenos de pero en el cielo acumulándose estaban numerosos nubarrones, se acercaba una tormenta. Salí del jardín botánico de la torre del Tsuchikage, bajando las innumerables escaleras de la torre, era un laberinto en si, un hombre apareció ante mí, me informo que el Tsuchikage me llamaba, acelere el paso, estaba frente al portón de mi superior, unos suaves golpes fueron suficientes para que me dieran el permiso para entrar. No pasaron ni unos segundos cuando ya tenia una carpeta sobre mis manos, una nueva misión. Parecía sencilla, una misión de Rango D. Salí de la torre, brincando por la ventana, saltando de torre en torre, buscando por entre los callejones, intentando encontrar con la mirada a mi primer objetivo… el Perro. No tarde en encontrarlo, es un callejón lleno de suciedad y con un olor espantoso, putrefacto, el olor salia de varios respiraderos, entre todo eso podía verse un pequeño Husky Siberiano, rodeado de un grupo de niños. Podía verse que su oreja estaba lastimada. Un trozo de tubería estaba en las manos del niño mas alto, el perrito agonizaba, era u escenario vil, pude observar como una de las patas del perrito estaba sangrando. Abrí la carpeta que me habían entregado, ese niño era el que había robado las verduras. Merecía un buen castigo.

por **Alice K. Deviluke U.** Jue Jun 27, 2013 11:35 pm

De un salto, termine justo detrás de los niños, apenas se dieron cuenta de mi presencia salieron corriendo, como si hubieran visto al propio lucifer, el enano que buscaba estaba temblando del miedo, había soltado el trozo de tubería, intento huir, grave error, intento atravesar por mi lado derecho, solo con un movimiento de mi mano lo tome por cuello de su camisa, levantándolo unos centímetros del suelo. No paraba de retorcerse, eso era muy aburrido, un golpe en su estomago y toda pelea termino, quedo inconsciente. La lluvia comenzó, el viento soplaba helado, deje al niño bajo un pequeño techo, me acerque al pequeño perrito, lo que mire me debo paralizada, la nariz del pobre estaba agrietada. Su pelaje estaba cubierto por sangre, sucio, enredado y se notaba que no tenía una buena alimentación. La lluvia comenzaba a empeorar, el cuerpo del pequeño animal temblaba fuertemente. Tenia que hacer algo, me quite el suéter que llevaba y envolví al animalito en el. Cargándolo entre mis brazos me lo lleve de ahí, recibiendo un gemido de protesta, en niño lo subí a mi espalda, tenia que ir a un lugar donde resguardarnos de la lluvia.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 12:26 am

Corrí lo mas rápido que pude, el peso de ambos no era nada, pero el frío ya estaba empezando a hacer efecto en mi cuerpo, pero una sensación de calor invadió mi cuerpo, había entrado a la casa de la señorita que se encargaba del cuidado de los animales, apenas me vio corrió a atenderme, le entregue al perrito para que lo revisara, observe como se perdía detrás de una puerta corrediza, deje al niño sobre una silla, estábamos empapados, si seguíamos así coceríamos un resfriado. Una niña se nos acerco, tendiéndonos un par de toallas. Las tome, realizando una reverencia en señal de agradecimiento, tome una y seque al pequeño, el era mas importante ahora, cuando ya estuvo listo, tome la otra y comencé a secarme a mi misma. No tardo en escuchar aullidos de dolor, era el cachorro, debía estar sufriendo, pero todo ceso en un instante, solo quedaba esperar. o se cuanto tiempo pasamos ahí, el niño ya había despertado. Que había pasado tras esas cortinas. Pero todo se me olvido cuando escuche como me llamaban, atravesé las cortinas, lentamente. Una sonrisa se dibujo en mi rostro, ya todo estaba bien.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 2:16 am

Estaba sobre la camilla, el cachorro ya estaba bien, estaba intentan alcanzar su espalda para lamerla, me acerco lentamente y le acaricio su ahora limpio y suave pelaje – Ohh, quieto, no hagas eso, la señorita de los animales dijo que no debía hacer eso o abrirás las suturas que te hicieron. – le dije sonriendo, el cachorro se quedo quieto, mirándome con sus grandes ojos azules. Comienza a observar todo el lugar, es todo desconocido para el, se puso en pie y observo donde descansaba. Volvió a dirigir su mirada a mí. – Te encontré herido en un callejón, la señorita te atendió y te sedo, te dieron un baño y aquí estas… creí que era tu fin, estoy tan feliz de que estés bien. – le dije, sabia que me entendería, todos podemos entendernos cuando lo que decimos nos sale del corazón. Le acerque un pequeño tazón lleno de leche tibia mezclada con un alimento especial, observe como se agachaba y devoraba aquella mezcla, podía sentir un extraño olor proveniente de ese alimento, pero parecía que le gustaba. Cuando termino me ladro, moviendo muy rápido su colita, aunque intento pararse, le hice recostar en la camilla dejando que descansara un rato más. – Etto… Hime-sama, el expediente del perrito ya esta abierto, usted será la dueña de el ¿verdad? – la señorita llenaba el expediente a una velocidad increíble, solo pude asentir, ahora tendría un nuevo amigo. – Bueno, en si el cachorro esta sano, pero no tiene las vacunas, lo recomendable seria colocárselas. – observe como la señorita se llevaba al perrito a otra parte del consultorio. Todo estaba listo, el perro solo sollozaba un poco, lo tome entre mis brazos. Ahora tocaba la parte divertida, ese niño tendría lo que se merece.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 2:31 pm

Salí del consultorio, con el niño siguiéndome a un lado, el cachorro entre mis brazos, llegamos a la torre del Tsuchikage, entramos en una habitación desocupada, una mesa y un par de sillas. Observe el porte desequilibrado de ese niño, que solo temblaba. Es susto que le había provocado y el golpe no había sido para nada bueno, suspire, armándome de paciencia para comenzar con todo eso. – Relájate pequeño, no te pasara nada malo, toma asiento… – volví a tomar la carpeta que me habían entrado, ordenándolos rápidamente y colocándolos sobre la mesa, observando al niño que estaba sentado frente a mi, inmóvil.

– Ama… Amano Yuki… – apenas pudo responder, con cierta dificultas, sus manos pálidas estaban sobre sus piernas temblorosas, las lagrimas no dejaban de brotar de sus hinchados ojos, intentando no mirarme.

– Necesito tomarle la declaración, por favor cálmate… – le dije con una sonrisa en mi rostro, pero mi voz seguía lleno de frialdad – Luego podrás irte a dar una ducha y cambiar esa ropa llena de tierra… tu conoces el puesto de verduras de la señora Nami ¿verdad?... – el interrogatorio había comenzado y el interrogado solo podía asentir, secando las lagrimas que resbalaban por su rostro. – Según varias declaración, te colocan a ti como el criminal… ¿Cómo te declaras pequeño?... – directo al grano, eso no necesitaba investigación, todo estaba dicho.

– Gomenasai.. no lo volveré a hacer, lo prometo. – es cuche como la voz del niño era pastosa, invadida por la angustia, ya no termino.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 3:30 pm

Ya todo había acabado, observe al niño en completo silencio, el miedo estaba plasmado en su carita, cualquiera que lo viese, jamás podría imaginarse que seria capaz de robas. Pero si algo había aprendido en su corta vida, es que hasta la persona más inocente del mundo puede tener un día malo. – Muy bien, esta declaración será guardada en los archivos… tu castigo lo escogerán mis superiores, no estoy hecha para los niños, solo preferiría acabar contigo ahora, pero… siento que me ocultas algo… – le dije mostrando mi rostro sereno, ocultando cualquier emoción. – ¿Por qué lo hiciste? Serénate y dime porque…

– Esta bien… –observe como asintió y guardo silencio por unos segundos, ya no estaba llorando, pero aun seguía ese pequeño temblor en su cuerpo. El pequeño tomo un poco de agua y comenzó a balbucear, pero ahora sus palabras eran entendibles. – Yo no quise robar, el señor Yami me obligo a hacerlo, a mis amigos y a mi, el nos pidió que fuéramos y formáramos una conmoción y en el bullicio pudimos robar las verduras. – el pequeño rompió nuevamente en llanto. – Yo no quería robar, eso es malo…

– El señor Yami de la tienda de verduras junto a la de la señora Nagi, escuche que le a estado yendo muy bien estos últimos días… con que era eso… esta bien… veremos lo que deciden mis superiores. – le dije retirándome del cuarto, afuera me estaban esperando mis superiores, le entregue el informe y realice una reverencia como despedida, había cumplido con mi trabajo. Solo había dado unos cuantos pasos cuando una nueva carpeta estaba sobre mis manos, una misión, recolección de verduras. Que día tan largo.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 6:18 pm

Salí de la torre del Tsuchikage, cubriendo mis ojos al instante, el sol había vuelto, abro mis ojos con pesadez, siento la garganta reseca, tenía sed. Camine lentamente por la calle, esquivando a las personas que iban y venían, observe el sol, se acercaba el medio día. Me encogí de hombros, aun tenia tiempo de volver y preparar el almuerzo. Sin darme cuenta había llegado al lugar donde debía recolectar. Deje escapar un corto suspiro y comencé a pasear, mirando todo lo que había a mi alrededor. me detuve a observar unas plantas de aspecto extraño. Me acerque y me agache, tocando con cuidado una de sus hojas, su estado era lamentable. Observe un pequeño tablón con información de la planta – ¿Que?, ¿Estas son habichuelas? – vuelvo a observar la planta, parecía que lo la regaban regularmente. Pero no podía hacer nada, tenia que intentar encontrar las mejores y pronto para la señora Nami.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 6:48 pm

Mi mirada estaba centrada en la pobre planta. Dudaba que de ahí brotara al menos una mísera vaina con habichuela, porque dejaban morir algo que podría crecer sano y fuerte. Si dudar, busque una regadera y un poco de abono. Sonreí levemente y comencé a cambiar esa tierra vieja y sin nutrientes por una nueva y rica, regándola lo suficiente para hidratarla pero no tanto como para ahogarla. Solo esperaba que lograra sobrevivir. Me encamine por entre las plantas, buscando la mejor, y para mi sorpresa la encontré, tenia un color verde que mostraba su buen estado, rebosante de vainas de buen tamaño. Me acerque corriendo y arranque con cuidado una vaina, abriéndola con cuidado. Dentro había una buena cantidad de granos, de un brillante color rojo. Recogí una buena cantidad, pero no exagerada, solo los suficientes para la señora Nami. Salí corriendo, dándole un último vistazo a la plantita, una sonrisa se dibujo en mi rostro, ya ese color opaco había cambiado, ahora estaba brillante. Cuando uno le pone amor a las cosas, estas serán las mas hermosas.

por **Alice K. Deviluke U.** Vie Jun 28, 2013 7:15 pm

Saltaba de torre en torre con gracia, para llegar al puesto de la señora Nami, entre mis brazos llevaba una cesta llena de vainas de habichuelas, la señora se pondría muy contenta. Solo me tarde unos minutos, había llegado a la avenida de los vendedores, observe como había una gran multitud, me acerque, caminando entre ella, mis superiores se estaban llevando al señor Yami, este gritaba y se intentaba soltarse, pero nada era ahora posible, estaba perdido, me salí de la conmoción, y camine tranquilamente hacia un puesto pequeño pero humilde, donde una ancianita estaba sentada sobre un banquillo. – Ohayô gozaimasu! Nami-chan! – la ancianita me regalo una sonrisa, le entregue la cesta, realizando una reverencia, pude ver como a la señora se le iluminaba el rostro y me agradecía. Eso hizo que me sintiera bien conmigo misma. Me despedí de ella, la ancianita se me acerco y me entrego un pequeño paquete. Lo observe y lo abrí, era una horquilla para el cabello. Sonríe feliz y se lo agradecí, estaba tan feliz. Pero ya todo había acabado, ya no tenia misiones por hoy. Tomo termino.

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